jueves, 17 de agosto de 2017

En tierra de Nadie

En tierra de nadie jugaban las nubes exhaustas al caer la tarde. En tierra de nadie, llovían colores rodeando el valle:
El azul, el verde, el rosa... como en un cuento de hadas. 
Manuel M. Almeida, derechos reservados.

Y no había nadie. Nadie escuchó sus lamentos, nadie supo jamás que venció a vientos, tormentas, polvo, aguas torrenciales. Venció al picudo rojo y otras variedades. Pero nadie supo que la palmera altiva, murió de soledades...©

Para el club literario: Con los espacios de Manuel Almeida.

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