domingo, 20 de agosto de 2017

No, no, no

No necesito que vengas porque siempre estás aquí.
No tengo que atarte para que permanezcas.
No es preciso poseerte porque ya te tengo.
No tengo que pensarte, cuando ya te pienso.
No debo odiarte, cuando sé que estoy por encima de eso.
No me dueles, porque sanas mis delirios.
No tienes que regresar de donde nunca te has ido.
No me importa tu silencio cuando me habla tu corazón.
No duermo a la intemperie cuando tengo hueco al otro lado del colchón.
No hay llovizna que valga, ni aguacero que me moje... ya te tengo de paraguas y me crecen crisantemos.
No me pidas que te ame cuando ya no hay más fronteras que mis espacios.
No me ocultes tus secretos, que sé leer tus pensamientos.
No me arranques la esperanza, si sé que en tus ojos, me veo.


2 comentarios:

  1. Océanos en los que perderse, almas que una vez se acarician, silabean en el viento sus momentos.

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