domingo, 10 de septiembre de 2017

Pasó página

Pasó página pero dejó doblada una esquina, y esa esquina seguirá ahí señalada para siempre, esperando que algún día el tiempo borre la marca. 

Quizá debió guardar silencio, ocultar sus palabras. Quizá debió no quererle así. Caminó descalza por el filo de su mente, y sin escrúpulos, él acuchilló la fe que depositó en su amor. 

Espacio, tiempo, mentiras, todo ello forma una paleta de colores absurdos, un cuadro que tal vez admiró antes de ser pintado; un poema que tal vez leyó antes de ser escrito, una obra de teatro que jamás se representó… dolor innecesario de pensamientos que jamás aclaró.

Como rémora pegada a su sombra, a la planta de sus pies… pisó sin compasión la entrega de un alma errante que el destino estampó contra sus manos. Y en algún lugar leyó que la vida no cumplió las promesas que se hicieron un atardecer. Que no acudió a la cita, ni medió explicación cuando el tiempo se echó encima y ni siquiera el frío de la noche lo conmovió.

Él hoy vive triste, si existe, recordando quien fue ella, quién es él, porque cuando la miró a los ojos y se perdió en su interior, ya jamás pudo olvidarla aunque le negó su amor. Incoherente e impreciso, una y mil veces le dio silencios, y como el humo, se esfumó. No hay testigos, ya no es nada, el olvido lo cubrió de polvo y tan sólo le queda un as de corazones y el perfume del adiós.©


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